La inseguridad en Bogotá: el caso Transmilenio. Por Juan Camilo Caicedo
Las problemáticas de seguridad en Bogotá son una realidad que vivimos y padecemos todos los habitantes de la capital a diario y en diferentes horas del día. No se trata de hacerle mala propaganda a la Alcaldía Mayor de Bogotá, ni a la Policía Metropolitana de Bogotá, quienes de seguro intentan hacer lo mejor por mantener el orden en la ciudad, sin embargo, no se puede omitir el descuido, las problemáticas y las diferencias que hay entre el Distrito y la Policía, las cuales pueden incidir en la manera como se afronta la delincuencia en Bogotá. Es entendible que el Alcalde Petro considere que hay persecución en su contra de parte del Concejo de Bogotá, de distintos partidos políticos, como de los medios de comunicación, quienes en repetidas ocasiones se han preocupado más por afectar la gestión de la Alcaldía, que por informar y ejercer un control político de manera neutral. Pero este viento en contra de las acciones de la Alcaldía tiene su razón de ser, desde sus inicios el Alcalde mostró debilidad y falta de continuidad en los funcionarios de su gabinete, sin mencionar varios problemas de comunicación, la cual es clave para llevar a feliz término las tareas que se traza la Alcaldía para gobernar a Bogotá. Pero bueno, lo anterior solo son hechos desafortunados con los cuales ha tenido que convivir el Alcalde. Para no dilatar más el tema central de esta columna, iniciaré explicando que sucede, a mi modo de ver con la seguridad en Bogotá. Independientemente de las cifras que se tengan en Bogotá, sobre la seguridad, de las cuales las que maneja la Alcaldía y la Policía, se contradicen, se debe entender por qué, para varios habitantes de la capital se perdió la seguridad. Si empezamos por las diferentes modalidades que tienen azotada a Bogotá, iniciando de lo macro a lo micro, tenemos en primer lugar a las BACRIM, las cuales se han logrado infiltrar en localidades como Bosa y Ciudad Bolívar; promoviendo el micro tráfico en la ciudad, después tenemos al Bloque Capital; conformado por las AUC; el cual vive de amenazar a diversos líderes locales en Bogotá, posteriormente la extorsión; que se comete en mayor medida a comerciantes y empresarios, el sicariato, el hurto o fleteo; en el cual se roban celulares y objetos personales, el halado de carros y motos, las bandas de apartamenteros, la llamada millonaria, el cosquilleo, la tomasera, la chuzada y el robo a almacenes. Entre las localidades con mayor presencia delincuencial están; los Mártires, Kennedy, Ciudad Bolívar, Usaquén, Engativá y Bosa.
Es extraño que pese a que las autoridades en marzo del presente año presentaron cifras que disminuían los hechos delincuenciales en un 6%, los bogotanos por el contrario manifestasen una percepción de inseguridad del 49%, según una encuesta realizada en las 20 localidades, por la Cámara de Comercio de Bogotá. Como dato que resaltó en esta encuesta, está la percepción de inseguridad de los usuarios de Transmilenio, con un 89%, y no es para menos pues, aquellos que somos usuarios del sistema no podemos negar el descuido que hay en el mismo, el cual no vine de la administración distrital actual, proviene de las dos alcaldías anteriores a las de Petro, en donde el distrito permitió que la ciudadanía le perdiera respeto al Transmilenio. En mi caso personal fui objeto de dos hurtos, uno para el año 2013 y otro para el 2014, los dos hurtos sucedieron adentro de la estación de Transmilenio de la Calle 45, la cual está muy descuidada por las autoridades. En las dos ocasiones que fui objeto de los hurtos, puede entender que realmente es un tedio y una odisea interponer una denuncia, pues la Policía del cuadrantes donde sucedieron los hechos no recibía las denuncias, en el CAI de Policía tampoco las recibían, algunos policías me remitían a la Fiscalía, hasta que después de insistir durante una semana, me recibieron la denuncia en la estación de Policía de Teusaquillo. Una vez le reciben la denuncia a uno, se realiza los retratos hablados de los delincuentes, posteriormente se abre un proceso, el cual difícilmente avanzará, pues yo tendría que aportar pruebas nuevas a la investigación, lo cual difícilmente podría suceder, pues uno ve al ladrón una vez en la vida y ya.
Con respecto a los argumentos de las autoridades en materia de la falta de denuncias que sustenten los hechos de hurto que las personas mencionan, les puede decir que la gente no se toma el trabajo de denunciar, por dos razones; la primera por la falta de credibilidad de la ciudadanía en la Policía y con ella, la falta de seguridad que tienen las víctimas en que avancen las investigaciones, y en segundo lugar se encuentra que los usuarios prefieren dejar de denunciar los hurtos, pues consideran que así se ponga el denuncio, no pasará nada.
Para mejorar la seguridad en la capital y específicamente en Transmilenio se requiere no solo el aumento de estrategias en seguridad, también urgen campañas de cultura ciudadana, pues como lo mencionaba el Concejal Flórez en el programa “En Jaque” de Hassan Nassar “no solo con garrote se soluciona la seguridad en Transmilenio, también hay que educar a los usuarios y recuperar la cultura ciudadana a través de campañas”. A pesar de que la Alcaldía en días pasados había mencionado que se implementarían nuevos policías en las estaciones de Transmilenio, aún ese aumento policial no se ve, de hecho en los trayectos del día a día que uno realiza, se ve como algunas estaciones de gran tamaño ni siquiera cuentan con presencia policial, ni cámaras de seguridad en funcionamiento. Por el bien de los usuarios y la ciudadanía en general, esperemos que la Alcaldía Mayor y la Policía logren recuperar la seguridad en Transmilenio y la percepción de seguridad, que bien por el piso si lo está. Los hurtos en días pasados a varios usuarios de Transmilenio ojalá fueran una estrategia de manipulación mediática como lo plantean algunos funcionarios del Dstrito y algunos militantes del progresismo, pero la realidad es otra; es tan poca la presencia de policías en las estaciones de Transmilenio, que literalmente la gente hace lo que le da la gana y no hay quien ejerza control, hay unas bandas dedicadas al hurto que se suben al Transmilenio y al ver la falta de presencia policial cometen el delito.
Para terminar, quiero referirme a algunas medidas puestas en funcionamiento en Transmilenio como; la implementación gradual de las puertas anti colados, las cuales no sirven de nada si no hay presencia policial al interior de las estaciones con ese sistema, las nuevas barreras que separan el carril exclusivo de Transmilenio, del carril de vehículos particulares y de servicio público, con el fin de evitar los colados, es una buena medida pero no está implementada en las principales estaciones de Transmilenio, la falta de presencia policial en las estaciones más grandes de Transmilenio, genera facilidad para que los delincuentes cometan delitos, y por último, el desinterés de algunos policías por cuidar las estaciones y los usuarios, por preferir jugar en el celular y chatear, genera en los ciudadanos una pérdida de respeto hacia las autoridades.
Por: Juan Camilo Caicedo M.
Twitter: @JCTOMATE
Nota: opiniones de autores invitados no pertenecen ni reflejan la opinión de la Representante Angela Robledo.