Pretextos para la #PAZ en COLOMBIA. Verdades, conclusiones y desvergüenzas. Por: Fernando Orjuela

Pretextos para la #PAZ en COLOMBIA. Verdades, conclusiones y desvergüenzas. Por: Fernando Orjuela

Analizar el conflicto armado en Colombia y sus posibles soluciones para lograr la #PAZ es un tema muy complejo y si se ve y se analiza desde los diferentes puntos de vista políticos es un tema de nunca acabar. Los planteamientos políticos de las diferentes ideologías y organizaciones que juegan un papel en el tema del conflicto o de la #PAZ, creen tener la solución y hasta se creen sus propias mentiras para defender sus planteamientos, sin que hasta la fecha no nos hayamos podido poner de acuerdo en nada y mucho menos le hayamos podido dar al conflicto la más mínima solución.
Esa es la única conclusión y verdad objetiva, después de los 50 años de guerra que desangran nuestro país día a día.

Al respecto, puede resultar una buena excusa, para este gobierno y los anteriores, que no hayan podido avanzar en el tema de la #PAZ, si se tiene como pretexto los acuerdos de #PAZ que se han llevado a cabo en los últimos años en los diferentes países del mundo, como en Irlanda del Norte, Angola, Nepal, Angola, Salvador, Guatemala, Sierra Leona, Burundi, en los cuales el tiempo no ha sido precisamente su mejor aliado y en el mejor de los casos 5 años ha tomado la firma de acuerdos.

Definitivamente el tiempo es un enemigo de la #PAZ a juzgar por la experiencia de otros procesos. En consecuencia vale la pena pensar en otras alternativas que se puedan auscultar para darle solución al conflicto de manera paralela, paulatina y práctica, sobre la base de la inversión en desarrollo social que propenda por el desmonte natural de las teorías que sustentan la lucha armada por parte de los insurgentes, mientras el Proceso de #PAZ se consolida.

Si se analiza la inversión reciente en defensa que ha hecho Colombia, en un conflicto que es considerado por los parámetros internacionales como de baja intensidad porque da lugar a 1.000 muertos por año, las cifras resultan astronómicas e incomprensibles, acá hemos pasado de invertir 11 billones de pesos en el 2.002 a invertir en el 2.010, 23 billones de pesos, lo que equivale aproximadamente al 6% del PIB, posicionando al país en ese entonces entre los 10 primeros del mundo en inversión en defensa, superado solamente por Arabia Saudita, Israel, Omán, Chad, Jordania, Georgia, Eritrea, Irak y Emiratos árabes Unidos. Actualmente el conflicto nos sigue costando 12 billones de pesos al año, equivalente aproximadamente al 3,5% del PIB. Haciendo la anotacion que el promedio de inversión en defensa de los países en el mundo y Latinoamérica  es del 1% del PIB.

Si bien esas cifras de inversión en defensa algunos la justifican, lo importante es analizar si esas cuantiosas inversiones han acabado con el conflicto o no, o si por el contrario las cosas en seguridad continúan iguales o relativamente mermadas, abriendo el debate necesariamente por el redireccionamiento de esa inversión hacia el desarrollo social directo, que permita cambiar de manera natural los paradigmas que sustentan la lucha armada según los actores del conflicto, teoría esta que debería empezar a tomar mucha fuerza mientras el proceso de #PAZ avanza lenta y paulatinamente y sin ningún tipo de programación en el tiempo como es natural en este tipo de procesos que son impredecibles por razones de fondo y forma.

Es muy probable que una acción gubernamental muy fuerte dirigida al desarrollo social directo para generar oportunidades reales en la población, pueda cambiar mentalidades y paradigmas que desestimen necesariamente la lucha armada.

En consecuencia seria honesto por parte del ejecutivo no comprometerse con fechas para firmar el Proceso de #PAZ, para no caer en el engaño a la población Colombiana que está pidiendo a gritos la firma del proceso inmediatamente y de manera eficiente y eficaz trabajar en dos frentes, por una parte en el proceso de #PAZ de manera asertiva, sin dejarse manipular por la insurgencia y por supuesto sin permitir que la guerrilla acabe con el país, asumiendo todas las vicisitudes propias de un proceso de #PAZ y por la otra haciendo una labor de desarrollo social sin precedentes históricos que desmonte los paradigmas sociales que sustentan el conflicto.

En mi opinión esa postura sería más honesta por parte del Presidente Juan Manuel Santos, aunque es probable que tenga un costo político alto seguramente.

A decir verdad Juan Manuel Santos sin lograr la #PAZ, ya logro la Presidencia que era lo que él quería y por lo menos debería trabajar por la #PAZ sin crear falsas expectativas.

Si a la anterior conclusión se le suma en la negociación, el poder económico que tiene la guerrilla producto de su actividad en el narcotráfico y con la cual manipula tanto el conflicto por debajo de la mesa, es claro que la firma del proceso de #PAZ en la habana pueda demorar muchos años, luego jugársela por parte del ejecutivo con una política social ambiciosa sobre todo en las zonas apartadas del país puede ser la mejor herramienta para lograr una #PAZ prospera y duradera.

Por: FERNANDO ORJUELA GALEANO
elmaridodetere@gmail.com

Nota: Opiniones de nuestros columnistas invitados no pertenecen ni reflejan necesariamente las opiniones de la Representante Ángela Robledo. 

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