El presupuesto General de la Nación: ¿Dónde queda la llamada “Prosperidad Democrática”?

Analizando el Presupuesto de manera general, los resultados son desalentadores y pareciera que estamos destinados a una sociedad inequitativa, sin apuestas sociales serias, todo por falta de voluntad política.

El 79% de los recursos del Presupuesto General de la Nación se va a la deuda (24% y Funcionamiento (55%). El resto, apenas un 21%, se va a Inversión. ES decir, estamos ante una camisa de fuerza donde es mínima o casi nula la capacidad de invertir recursos para un proyecto futuro para generar proyectos regionales y poblacionales. Bajo este escenario generar prosperidad real es muy improbable. Es un anhelo que bien se pueden quedar en el escritorio y que es muy difícil pasar al territorio. Los siguientes datos, confirman esta idea y esta ausencia de voluntad por un proyecto visionario, incluyente y prospero de sociedad: de los recursos nuevos que le llegan al Presupuesto más de la mitad se va a funcionamiento (55%), mientras que apenas el 9% se va a inversión. 

Desagregando los rubros los resultados son aún más desalentadores. Las transferencias son un 40% del Presupuesto. Cuestión que en principio, para los que defendemos la descentralización puede ser una inmensa oportunidad para generar desde los territorios y entidades territoriales desarrollo regional con las poblaciones y los diferentes sectores de esas partes del país. Para los críticos de la descentralización esta puede ser una inmensa oportunidad para que todos estos recursos se los roben en cada región. Nada más alejado de la realidad.  El 38% de las transferencias se va a la Mesadas Pensionales y apenas el 42% se va al Sistema General de Participaciones (SGP). Del total de transferencias no todas se van al desarrollo regional ¡Ni siquiera la mitad! 

Sigamos con nuestro presupuesto que hace perder toda esperanza: 

Casi la mitad (cerca del 45%) del presupuesto está destinado a la atención de pasivos, situación que puede significar una alta vulnerabilidad, considerando que cualquier cambio, por ejemplo, en las condiciones del dólar, podría afectar el monto a pagar por la deuda externa, al tiempo que cualquier efecto de la crisis sobre los recaudos fiscales podría poner en riesgo la atención del pasivo pensional ¿Cómo se puede invertir a futuro con este inmensos peso que representan los pasivos en el presupuesto?¡Esto en cualquier presupuesto, doméstico, público, empresarial es realmente impensable e inadmisible!

Una discusión que no se ha dado en el país es ¿Cuándo se van a tocar los regímenes espaciales de este país?¿Cuándo vamos a construir un sistema pensional que sea auto sostenible y que sea más equitativo? Revisar el caso de Chile sería interesante.

Presidente, representantes, ciudadanas, ciudadanos y hombres que están aprobando este presupuesto. Estamos ante un presupuesto que sigue obedeciendo a la racionalidad machista y de guerreros y no de cuidadores de la vida y de los derechos de ciudadanas y ciudadanos de carne y hueso. Si aprobamos este presupuesto estamos aprobando la crónica de una exclusión anunciada, estamos aprobando rubros que no garantizan derechos, estamos aprobando un presupuesto que ratifica el modelo que ha mantenido nuestra desigualdad, desempleo, desplazamiento, pobreza, exclusión, despojamiento de tierras, olvido de poblaciones vulnerables, por citar sólo algunos de nuestros intolerables.

Haz clic aquí para descargar el Análisis del Proyecto de Presupuesto General de la Nación para el año 2012.

Leave a Reply