Más compasión que furia
Como dijo John Donne y repitió Hemingway en su maravillosa novela sobre la guerra civil española: “Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra¨. Esta muerte, la de los cerca de 20 hombres y mujeres guerrilleros que cayeron abatidos en la operación “Sodoma”, al igual que la muerte de los miembros de la Policía y del Ejército ocurridas recientemente y que han llenado de dolor a sus familias y a la sociedad entera, nos recuerdan la urgencia de encontrar una salida al conflicto.
Hay que establecer el monopolio, en cabeza del Estado, del uso legítimo de la fuerza, y hay que crear las condiciones que permitan que la población disfrute plenamente de sus derechos. Hay que contemplar todas las vías que nos puedan sacar del horror de la guerra, garantizar la plena vigencia de los Derechos Humanos y reorientar los recursos que hoy se emplean en la destrucción hacia el proceso de hacer de Colombia un país mejor en donde quepamos tod@s.