La vida de Gustavo Petro es sagrada
Más allá del debate, importante sin duda, sobre el futuro político de Gustavo Petro, quiero llamar la atención sobre un hecho que ha pasado relativamente inadvertido: las amenazas contra su vida proferidas a través de Facebook. Frente a este hecho, nuestra postura ha sido clara: la vida de Petro, como la de todos los seres humanos, es sagrada. En el caso de Gustavo Petro confluyen además unas circunstancias que hacen aún más relevante el caso: Petro se ha destacado por ser un líder político agudo, valiente y deliberante.
Ha planteado la necesidad de una oposición al Gobierno, dialogante y constructiva. Se trata de afianzar en la sociedad colombiana el diálogo con el otro, el respeto por el interlocutor y la discusión argumentativa, donde la diferencia se reconoce como un valor vital para el fortalecimiento de la democracia, la ciudadanía y las prácticas políticas.