Un viaje por la vida.

Un viaje por la vida.

A pesar de los años y de las distancias, los amigos de luchas van hasta donde sea para dejarle un mejor país a sus nietos.

Liberándose del frío bogotano, la mañana del sábado 22 de septiembre anunció un día multicolor, como lo convocó el corazón de Colombia Humana. A la Plaza de Bolívar llegaron hombres y mujeres desde tierras lejanas, de viajes de hasta dos días, en bus o en lancha, para participar de la fundación del movimiento político que recogería la diversidad cultural, étnica, ambiental, espiritual, de todas las edades, de hombres y mujeres impulsados por la política del amor y la paz.

A las 7:30 llegaron Antonio Pineda, de 62 años, y su amigo Salvador, de 50. Apenas instalaban las mesas donde recogerían las firmas para la fundación del movimiento cuyo corazón es la defensa de la vida, por eso Antonio y Salvador comenzaron su viaje el día anterior, desde Jesús María, municipio santandereano donde con una consulta popular le dijeron que no a la exploración y a la explotación minera y petrolera, en septiembre de 2017, exactamente un año atrás.

Días antes de la Asamblea Fundacional de Colombia Humana, la hermana de Antonio le había dicho preocupada: “no se meta en tanta cosa, mire que están matando líderes”; pero él, siguiendo sus convicciones, le propuso a Salvador que fueran juntos a Bogotá.  Su amigo no tenía con qué ir, así que Antonio, como dicen en su tierra, lo convidó: “camine camine, que ahí vemos qué hacemos”. Le indicó que llevara una muda de ropa para el cambio, “una toalla y lo de aseo personal porque uno nunca sabe”. 

El viernes, con maletín en mano, Antonio salió de su casa en la vereda Arciniegas, a la una de la tarde. Caminó media hora hasta el pueblo para encontrarse con Salvador y tomar transporte público hacia Puente Nacional donde se encontrarían con Vicente, otro amigo de luchas que llevaría su carro a Bogotá. 

Vicente, con 58 años de edad, también lidera causas sociales en la provincia de Vélez Santander, porque “cuando uno vive en zonas tan alejadas está más en contacto con la injusticia social, así que uno va a donde tenga que ir. Tanta gente ha dado su vida para transformar el país, que lo mínimo que uno puede hacer es seguir luchando para dejarle algo mejor a los nietos”, explicó.

En el Carro de Vicente viajaron siete personas. Llegaron a Bogotá en la noche y cada quien se fue por su lado a donde algún conocido.  Antonio y Salvador llegaron a donde un amigo.

En la mañana del sábado fueron apareciendo las ciudadanías libres en la Plaza de Bolívar, con el propósito de ser fundadoras del movimiento político Colombia Humana: “lo bonito es que vinimos los que quisimos y pudimos, con nuestros propios recursos. Venían compañeros de sitios tan lejanos como Cimitarra, de donde salió el bus el viernes a las nueve de la noche y llegó a la Plaza de Bolívar a las nueve de la mañana”, comentó Vicente, emocionado por el reencuentro con sus paisanos santandereanos, mientras Antonio compraba una gorra de Colombia Humana para él y otra para Salvador.

Delegaciones de diferentes rincones del país se iban acercando a las mesas para firmar, mientras por el micrófono la gente saludaba y contaba sus historias multicolor, tejidas con las luchas por los derechos, el territorio, la naturaleza y la paz. Antonio hizo fila: “el compañero de Bolívar me dijo que fuéramos y que mientras él hablaba por el micrófono yo lo grabara, pero solo duramos diez minutos ahí parados cuando la señorita dijo que seguía lo demás y, pues, tocaba respetar el orden.  Yo quería decir que, si hubieran ganado Petro y Ángela María, no estaríamos en mi municipio luchando ante la CAR de Santander y la Corte, para que nos respeten la consulta popular antiminera y antipetrolera, porque hay seis proyectos de esos con títulos mineros”, lamentó.

Luego de aprobado el orden del día a través de las señas con las manos, como se acordó previamente a través de la web, la Representante a la Cámara Ángela María Robledo, procedió a instalar oficialmente la Asamblea Fundacional, saludando a cada una de las regiones y recordando que estaban allí reunidos para decir: “¡basta ya a tanta exclusión, ignominia y dolor!”. –Agregó: “¡Vamos a resistir y vamos a existir! Defendemos la vida defendiendo la Paz, por eso exigimos la implementación de la Reforma Rural Integral, el silencio de los fusiles, la apertura política, la verdad, la sustitución de cultivos ilícitos. Somos resistencia en clave de mujer porque nosotras sabemos cómo nuestro cuerpo ha sido territorio de guerra, y ahora es reserva para una política distinta, con nuestra voz, nuestra rebeldía e imaginación”.

El senador Gustavo Petro, presidiendo la asamblea, celebró el buen clima que siempre acompaña los actos públicos de la Colombia Humana “contrario a los vientos huracanados que asistieron a la posesión del 7 de agosto”, y enfatizó que: “el objetivo principal del movimiento es salvar la existencia humana, por lo tanto, desde ya se hace resistencia ante el envenenamiento del agua, del suelo y ante los soplos de guerra.  Colombia Humana se moviliza desde ya por la Paz y por la vida”.

Se reunieron más de tres mil firmas fundadoras con el sueño de conquistar los espacios de decisión en los municipios, capitales y departamentos para el año 2019, proyectándose la presidencia para 2022.

Antonio y Salvador regresaron en uno de los buses que se devolvía ya no tan lleno. Llegaron a Puente Nacional donde pasaron la noche en la casa de un amigo porque no hallaron transporte hacia Jesús María. Al día siguiente, antes de salir el sol, continuaron su camino a su pueblo y luego, a sus respectivas veredas, felices por haber sido fundadores del nuevo movimiento por la defensa de la vida, sentimiento que los impulsó a realizar ese largo viaje.   

La Representante a la Cámara, Ángela María Robledo, al conocer esta y otras historias de lo que significó viajar a Bogotá para firmar la fundación del movimiento, expresó: “¡esto es Colombia Humana! Un corazón multicolor de causas y sueños por construir un mejor país desde los territorios más profundos; son las luchas de los amigos y amigas que se unen para cuidar sus territorios. Por ellos, hombres y mujeres de Colombia, continúa mi trabajo desde el Congreso de la República para defender la vida, defendiendo la Paz”.

 

PRENSA ÁNGELA ROBLEDO, MARGARITA VELÁSQUEZ 3006115592

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